Todo ocurrió paseando Granada. Oliendo Granada. Viendo Granada.
Granada es una ciudad en la que los cinco sentidos potencian la emoción y el sentimiento.
Como deben hacer los eventos.
Después de un maravilloso paseo por la Alhambra y el Albaicín, donde cada vez que voy descubro rincones nuevos, imbuido del espíritu que te invade cuando estás en Granada, me encontré en la catedral ante la tumba de los Reyes Católicos e inmediatamente me trasladé a aquel 23 de enero de 1516 en que murió el rey Católico. Fue en un pueblo de la provincia de Cáceres y allí se inició el cortejo fúnebre más escalofriante de la historia, que duró 14 días llenos de sobresaltos, con cambio de ataúd incluido, para finalmente ser enterrado en la catedral de Granada el 6 de febrero al lado de su querida esposa Isabel de Castilla, verdadera precursora e impulsora del descubrimiento de América.
Pensaba en el estudiado, exquisito y medido, hasta el último detalle, protocolo que se utilizó en la entrega de llaves de la ciudad por el vencido Boabdil, último rey árabe de España, con los menores gestos y ademanes acordados hasta la más mínima cuestión y en el que para no regodearse con el vencido, ante la intención de Boabdil de apearse de su caballo, la amabilidad del Rey Fernando se lo impidió para que no se tuviera que arrodillar, tendiéndole la mano afectuosa sobre el brazo del derrotado, consiguiendo así evitar las humillaciones y consiguiendo palabras de los mejores deseos para los nuevos dueños de la ciudad.
Se hizo sencilla una situación difícil gracias a un evento que transmitía.
Así, como el buen protocolo.
En esta reflexión, me encontré observando la tumba de ambos y creí escuchar un murmullo que salía de la tumba, a modo de conversación entre los dos monarcas a los que debemos el proceso de unificación de España y la ampliación del reino en América.
Me pareció que estaban hablando entre ellos y me imaginé la conversación que podría haber sido de esta manera:
- Isabel – decía Fernando- ¿Te acuerdas de nuestra boda en Valladolid en 1469?
- Claro, – respondía Isabel- allí en aquella boda se inició una actuación protocolaria del reinado más complejo de la historia, que concluyó con la unión y creación de la España actual.
- Precisamente ese protocolo que iniciamos y que ampliamos después con las tierras conquistadas en el continente americano, lo pudieron analizar y vivir, 537 años más tarde, aquellos 827 congresistas, de 52 países, que vinieron a conocer la ciudad donde sellamos nuestra unión en aquel XVI Congreso Internacional de Protocolo, en el año 2017 – explicó Isabel.
- Pues me gustaría volver a verlos, – replicó Fernando- pero ahora vamos a invitarles a que vengan a conocer el sitio donde descansamos, así que desde esta ciudad de los sentidos que es Granada, vamos a invitar a todos aquellos apasionados por esta profesión que tanto nos ha dado.
- ¡Hecho! – confirmó Isabel con alegría- ABRIMOS LAS PUERTAS DE NUESTRA CIUDAD EMBLEMÁTICA e invitamos todos los profesionales del protocolo que vengan a verla, a sentirla a vivirla.
Mi imaginación podría haber continuado esa conversación, pero, ante la idea, me puse nervioso, me centré en el mundo actual y, sin más, tomé la decisión.
DE ACUERDO, MAJESTADES, su voluntad será cumplida.
Para cumplir las órdenes regias, nos pusimos a trabajar y hoy, en mi calidad de Presidente de la ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL DE CEREMONIAL Y PROTOCOLO- OICP y en nombre del Presidente de la Junta de Andalucía y del Alcalde de Granada, INVITO POR ESTE MEDIO a todos aquellos interesados a vivir DE MANERA PRESENCIAL el próximo encuentro de profesionales de PROTOCOLO Y ORGANIZACIÓN DE EVENTOS, para vivir juntos en GRANADA EL ENCUENTRO DE LOS ABRAZOS, los próximos 26, 27 y 28 de abril de 2022, donde compartiremos una convivencia única y en la que demostraremos a través de la experiencia cómo deben conformarse los CONGRESOS en la actualidad.
Una metodología siglo XXI, con una nueva forma de organizar eventos, viviendo, tocando y oliendo la ciudad, la provincia y la región.